¿Cómo el Big Data ayuda a mejorar los resultados de los pacientes?

Imagina un dispositivo médico portátil que te avise de si tus actividades diarias te ponen en riesgo de desarrollar diabetes. O una aplicación que brinde asesoramiento médico inmediato y personalizado en función de tu perfil genético. 

Tecnologías innovadoras como estas ya están a la vuelta de la esquina. Miles de herramientas de recopilación de datos se utilizan a diario en el sector sanitario con el fin de transformar la prestación de atención médica y ayudar a mejorar los resultados de los pacientes.

 

¿Qué importancia tiene el Big Data en salud?

El big data hace referencia a una cantidad masiva de información sobre un tema determinado. En el ámbito sanitario, la digitalización de los historiales y la rápida mejora de las tecnologías médicas han allanado el camino para que los datos tengan un gran impacto.

Muchas industrias utilizan el big data para conocer a sus clientes y adaptar sus productos o servicios en consecuencia. En sanidad, las fuentes de big data incluyen historiales médicos de pacientes, historiales hospitalarios, resultados de exámenes médicos e información recogida por máquinas de pruebas sanitarias (como las utilizadas para realizar electrocardiogramas, también conocidos como ECG).

La investigación biomédica en la sanidad pública también proporciona una gran parte de ese big data que, si se gestiona y analiza adecuadamente, puede servir como información significativa para pacientes, médicos, administradores e investigadores por igual. 

Los investigadores en salud pública pueden generar big data para predecir futuras pandemias y prepararse para ellas.

 

¿Por qué es importante recopilar datos sanitarios?

La recopilación y el análisis de datos permiten a médicos y administradores sanitarios tomar decisiones más informadas sobre tratamientos y servicios.

Los médicos que disponen de suficientes datos de valor sobre sus pacientes pueden identificar los signos de alerta de una enfermedad grave antes de que se manifieste. Tratar la enfermedad en una fase temprana puede ser más sencillo y costar menos en general que tratarla una vez que ha progresado.

A su vez, los hospitales y otros grandes centros médicos pueden utilizar el big data para obtener una imagen completa de la experiencia del paciente. Las herramientas de recopilación de datos permiten a los equipos asistenciales fusionar datos que, de otro modo, quedarían archivados en clínicas u hospitales. 

Así pues, el big data asegura una comunicación rápida y precisa entre pacientes y proveedores basada en el historial médico completo del primero.

 

Entonces, ¿cómo mejora el big data los resultados de los pacientes?

Anteriormente, la recopilación de datos e información para uso médico era costosa y duradera. Hoy en día, las tecnologías innovadoras pueden recopilar datos de manera digital y convertirlos en un formato fácilmente legible. 

Y es que los profesionales de la salud ahora tienen la posibilidad de generar soluciones sanitarias basadas en big data que ayudan a mejorar los resultados de los pacientes de muchas maneras:

  • Capacitándoles para que se comprometan con sus propios historiales médicos mediante historias clínicas de fácil acceso.
  • Informando a los proveedores del estado de salud de los pacientes para que puedan evaluar más rápidamente los métodos de tratamiento.
  • Ahorrándoles tiempo y dinero.
  • Mejorando el acceso a una atención sanitaria de calidad con la agilización de los procesos administrativos y ayudando a los administradores a tomar decisiones basadas en datos.
  • Aprovechando los hallazgos basados en datos de valor para predecir y resolver problemas médicos.


El big data permite a los profesionales sanitarios y a los administradores de la sanidad profundizar y conocer mejor a sus pacientes y la atención que les prestan. 

 

¿Cómo el Big Data ayuda a mejorar los resultados de los pacientes?


La recopilación de datos de alta calidad en el sector sanitario requerirá pues la optimización de las herramientas de recopilación de datos, así como el uso adecuado de dichas herramientas tanto por parte de los pacientes como de los proveedores.